La idea parte del clásico juguete del teléfono con dos latas al que todos los niños han jugado, combinándolo con el juego del teléfono en grupo en el que se pasa un mensaje de unos a otros descubriendo al final que el mensaje último es muy diferente al del inicio, es decir, distorsionado. Tomando estas ideas principales, nace el Convertidor Mágico de Voz, que pretende ser un juguete en el que por medio de las latas originales, el niño lanza un mensaje y en el otro extremo se escuchará el propio mensaje distorsionado, provocando una reacción insólita de sorpresa. En un primer momento nos lo imaginamos con una representación visual del sonido a través de la pantalla, pero después nos decidimos a usar la propia interfaz de las latas ya que son un objeto con una historia detrás y su propia sencillez nos cautiva.
Queremos casarnos con Ben Fry.
1 comentario:
pepelu loves you
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